De acuerdo con la propietaria del domicilio, T.R.G., su hijo J.A.M.R., de 20 años, había dejado la secadora encendida antes de meterse a bañar. Al salir, se percató de que el colchón ya estaba envuelto en llamas.
De inmediato, el joven pidió ayuda al número de emergencias 9-1-1, por lo que elementos del Cuerpo de Bomberos, a bordo de la unidad 886, acudieron al lugar y lograron sofocar el fuego antes de que se extendiera a otras áreas de la casa. Una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Pública también arribó para valorar al muchacho, confirmando que se encontraba en condición estable.
El incendio ocasionó daños materiales en una televisión de 32 pulgadas, un minisplit de 18 BTU, un buró y varias prendas de vestir. Por fortuna, no se registraron personas lesionadas




