Un turista que iba rumbo a Celestún, se detuvo en el retén que está en Chunchucmil y narró que escuchó gritos alrededor de las tres de la mañana, pero por estar en peligrosa curva continuó su camino para reportarlo a las autoridades policiacas.
A los pocos segundos, otra llamada de auxilio se escuchó en la comandancia del puerto donde se reportaba que a la altura del kilómetro 57 se encontraba llantas para arriba un vehículo blanco.
Al llegar los cuerpos de emergencia a la zona, no vieron rastros de alguna salida de auto en este tramo.
La falsa alarma hizo que regresen a sus bases los tragahumos del carro pipa 794 y paramédicos de la 21-G, de Kinchil y Hunucmá, respectivamente.
Cabe destacar que no es la primera vez que ocurren estos extraños casos ya que hace siete años se dio el aviso de que un motociclista vio a la orilla de la carretera un cuerpo arrojado.
De inmediato, un convoy policiaco se desplegó en dicho tramo federal, pero tampoco encontraron el cadáver.
Como se sabe, la curva de la muerte (Bella Flor) y un kilómetro y medio más adelante (la del diablo) han sido escenario de trágicos percances.




