Durante una visita de inspección realizada el pasado 22 de julio, personal de la Profepa detectó que en el sitio se realizaban actividades de extracción de grava y polvo de piedra sin contar con la autorización de cambio de uso de suelo forestal emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
De acuerdo con el reporte oficial, las labores extractivas afectaban una superficie total de 17 hectáreas, de las cuales 15.6 ya habían sido completamente aprovechadas. En las 1.4 hectáreas restantes se observó la remoción de vegetación natural de selva mediana caducifolia, lo que representa un daño ambiental significativo.
Como parte de las medidas de seguridad, la Profepa colocó sellos de clausura total temporal del predio y aseguró de manera precautoria maquinaria y equipo utilizado en las actividades: tres trituradoras, un tractocamión, dos tractores, un tanque cisterna con capacidad de 40 mil litros, un remolque y otro remolque adicional.
Las acciones forman parte del cumplimiento de una orden de inspección en materia forestal, con el objetivo de proteger y conservar los ecosistemas naturales del estado. La Profepa reiteró que continuará con las labores de inspección y vigilancia para evitar la degradación de los recursos forestales en la región.




