En la Tercera Reunión Extraordinaria del Comité se informó que, según los análisis realizados, el fenómeno no presenta toxicidad que represente un riesgo directo para las personas. No obstante, provoca hipoxia —reducción del oxígeno en el agua—, lo que ocasiona la muerte de diversas especies marinas.
Entre las recomendaciones emitidas destacan evitar el ingreso al mar en las zonas afectadas, debido a que la materia orgánica en descomposición puede causar irritación en piel y ojos, así como abstenerse de recolectar o consumir peces, mariscos y otras especies encontradas muertas en la playa, pues podrían generar reacciones alérgicas o problemas gastrointestinales.
El Comité indicó que se intensificarán los muestreos desde Progreso hasta Celestún, tanto en la franja costera como mar adentro, y que se mantendrá un monitoreo permanente para informar oportunamente sobre la evolución de la marea roja.




