“El planteamiento de la ira hacia afuera es matar, es una cuestión de seguridad, hacia dentro es matarse”, indicó.
Por ello, continuó, se requiere de la participación de los diferentes actores y el abordar el tema del suicidio no puede quedarse en la academia ni en las opiniones.
“Acupuntura: enfocarse dónde está el problema y sus focos”, dijo sobre cómo debe tratarse la situación.
En Yucatán, dijo, la tasa de casos es de 11.2 por cada 100 mil habitantes desde 2016, una tendencia a la alza, cuando en todo México la media nacional es de 5.2.
Así también el 80 por ciento de los casos son de hombres; pero el suicidio es un problema multifactorial, añadió.
Consideró que se requiere de una política pública para reestructurar y atender de manera multidisciplinaria el suicidio.
“Se registra un incremento anual gradual desde 1996, que incluso es del doble según ciclos de cinco años”, comentó.
La jornada de Prevención del Suicidio continuará este miércoles en el Olimpo. Además, en caso de necesitar apoyo, organizaciones como Salvemos una Vida tienen una línea de atención telefónica.
Papás, impedimento de los niños
Gaspar Baquedano López, psiquiatra, declaró que cuando un niño tiene una depresión e intenta ir con un especialista para atenderse, el primer impedimento son los papás.
“Le dicen el niño está loco, no tiene nada, no tiene porqué ir a que lo ayuden.
Pero cuando el niño o el joven cuestionan a la familia a las sesiones, si se cita a los papás para trabajar, se acabó, le prohíben ir y dicen que ‘con esos loqueros que están contaminando el cerebro’”, expresó. (Paul Antonie Matos)